Benimaclet siempre se asocia a la chufa, a la huerta, al tranvía, a un barrio de estudiantes y multicultural, un barrio que era un pueblo, un barrio con entidad propia en el que la cultura ocupa un lugar destacado junto con los cientos de bares y cafeterías que sirven para que centenares de personas entablen conversaciones.
Pisos de estudiantes por todas partes, calle peatonales, el 20K por hora, una iglesia con una plaza donde juegan los niños. Católicos practicantes, ateos confesos, agnósticos de buena fe, musulmanes, gente buena en su mayoría. En ocasiones la vida nocturna se ha visto perturbada por los que no respetan el sueño de las personas que trabajan. Personas que orinan en las calles pero que no son del barrio, personas que gritan sin más o insultan.
Barrio también fallero como no puede ser de otra manera, pero también barrio de deportistas, de corredores, de ciclistas, de tiradores con arco, de futbolistas, de jugadores de baloncesto, de alpinistas como Rafa Vidaurre el primer valenciano que coronó el Everest. Bueno no sigo.
Barrio en el que las mujeres ocupan lugares prominentes en asociaciones de vecinos y en grupos culturales. En dos palabras un barrio donde la vida discurre con tranquilidad salvo cuando una vez al año vienen los del partido del odio. Los que odian la lengua valenciana, los que odian la cultura, los que odian el respeto.
En los últimos años han surgido no solo los huertos cuidados con esmero, sino también pequeñas viviendas en las que unos cultivan un pequeño terreno y otros se refugian de la adversidad de la vida.
Vamos a la Benimaclet-Lliria de 65 kilómetros, del mes de noviembre de 1933. Estamos ilusionados con lo que la República, si le dejan un poco, podrá aportar a la vida. Los centros republicanos han crecido y un partido nada revolucionario pero si con ganas de hacer cosas y repartir mejor la riqueza quiere abrirse camino, si las fuerzas que se oponen al progreso le dejan. Hablamos del partido de Azaña.
El Velo Club es una entidad que quiere que el ciclismo sea una actividad de hombres y de…. mujeres. Madre mía, ya empezamos.
Bueno se programan excursiones en las que toman parte mujeres, que como es natural caen en pecado. La mujer que hacía ciclismo era muy mal vista, enseñaba las pantorrillas con las que excitaba a los hombres.
Bueno el caso que la carrera saldrá a las nueve y media de la mañana del Centro Instructivo de la Unión Republicana Autonomista de Benimaclet, calle Valencia número 35. Si quieres tomar parte hay que pagar dos pesetas, y cuando llegues y devuelvas el dorsal se te reembolsará una peseta, y con la otra peseta se compraran seis premios que se distribuirán entre los primeros clasificados y se pagara a los jueces de carrera.
Salida tomada y nos vamos camino de Olocau, luego pasamos por Betera y de allí a Lliria para volver como una flecha a Benimaclet, llena de gom a gom.